Reseña de "El Quijote de la Mancha"

Título: "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha".

Autor: Miguel de Cervantes.

Editorial: Vicens Vives.

Páginas: 450 (ambas partes).

Cervantes escribió el Quijote con la intención de parodiar los libros de caballería, que consideraba simples sartas de disparates desprovistas de todo interés. Para conseguir su propósito, ideó la historia de un hidalgo aldeano que enloquece de tanto leer las inverosímiles hazañas de héroes como Amadis y Palmerín, y que, al igual que los caballeros andantes, se echa a los caminos con el noble afán de ayudar a los necesitados. En compañía del afable y crédulo Sancho Panza, don Quijote participa en una serie de delirantes aventuras que provocan la hilaridad del lector. Sin embargo, el Quijote es mucho más que una simple novela humorística, pues constituye una lección magistral sobre la grandeza y la miseria de la condición humana.

Bueno, ¿en algún momento tenía que leerlo, no? Y aprovechando la premisa de este mes de 12 meses leyendo, de leer un libro clásico, decidí aprovechar. Ya he reseñado uno que otro clásico en el blog, pero meterme con este sí que da miedo, ¡no voy a ponerme a pelear con el Quijote! Y le añadimos que lamentablemente justo hoy tengo poco tiempo (y dejé esta reseña para último día y ya acaba el mes). Así que esto puede ser lo menos reseña que hayan visto por aquí, así que disculpen:

 Mi interés en la literatura clásica siempre ha ido más hacia la latina y, varias veces, hacia la anglosajona. Pero no sentía (ni siento, la verdad) un genuino interés por la española. Sé que el estilo, la temática, el fondo y la forma no son de mi agrado, así que ni siquiera busco charlar del tema porque me llegan unos seudo-neonazi que se indignan. Pero para hablar de una obra, primero hay que leerla. 

Mi primera traba al momento de leer era una pregunta que no dejaba de pasarme por la cabeza cada vez que alcanzaba el libro: ¿por qué alguien quiere leer las aventuras de un loco? Si todos están un poquito tocados, ¿por qué leer a alguien que ha perdido la cabeza? Un hidalgo que disfrutaba de las novelas de caballeros y que un día enloqueció y se vio convertido en uno: se puso una bacinica en la cabeza y salió al mundo, envuelto en sus fantasías, a vivir aventuras. ¿Por qué una sátira se había vuelto tan famosa?

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.

Al ser la primera novela moderna, el Quijote carece de todos los aspectos de las novelas postmodernas que me apasionan. Pero debía revisar el contexto y comprender qué hacía que este loco hombre haya trascendido el nombre de su propio autor. Entonces, lo encuentras: ese momento en que el loco habla como cuerdo. Cuando, en medio de su estupor, puedes advertir que entiende y razona. No me encontré con el lunático de los resúmenes televisivos, sino que con un idealista que a ratos se expresaba con justicia y libertad.

Tal vez no entendí nada de lo que realmente quería expresar Cervantes, pero me pareció entender que nos dice (o advierte) que no es fácil distinguir la realidad de la apariencia, mas es esto lo que nos impulsa a lograr más, a aspirar a matar a nuestros demonios y que nos hace luchadores. O tal vez no fue nada de esto para él, y es en el contexto del descontento social que vemos a nuestro caballero más valiente, más coherente. Más como nosotros lo deseamos.

Y entendí (como ya hicieron todos antes que mí) que se adapta a todos nuestros tiempos porque los molinos siempre cambian. A ratos será un idiota el que luche contra ellos creyéndolos monstruos, otras, lo hará un líder. Pero siempre podremos catalogarlo, entenderlo, porque sale de su época en cada escena donde su ingenuidad es vapuleada, en que sentimos algo por ridículo que sea para identificarlos con un ser ficticio que fue creado siglos atrás y que fue el hazmerreír de toda una época.

En pocas palabras, creo que es un libro que es obligatorio leer.

  5/5

  

Confesándome una gran ignorante en el tema, creo que el mérito de esta obra es haber abierto la puerta a nuestra literatura actual, a esos locos que son más cuerdos y que lo saben, pero aún así deciden ir en contra de sus molinos.

Me tengo que ir.