13/12/11

1/2: Venganza

¡Hey! 
Quiero contarles que esta Navidad, aunque muy reñida, siempre permanecerá tan activa y presente como la pasta de dientes... Y nosotras decimos colocarles unos relatos. Quizás muchos de los bloggeros que nos siguen día a día no han conocido nuestras facetas de "escritoras", que aunque no somos dignas de un Premio Nobel (todavía, por lo menos), si nos tomamos nuestro tiempo, cada vez que se pueda, para ir mejorando.  

Les aviso que quiero total honestidad en sus comentarios, que me digan qué está bien y qué no lo está, quiero que haya esos peros que no somos capaces de decir por miedo a herir (créanme, al principio me los tomo como un fuerte golpe, luego me doy cuenta de que es lo que me ayuda a mejorar). Así que, aquí les dejo el primer relato que va de mi parte... ¡Destrúyanme!


La nieve manchada de un espeso liquido rojo bajo mis pies; ojos fisgones, aterrados y conmocionados me observan, esperando alguna reacción de mi parte y, junto a ello, la increíble certeza de que toda ha terminado. Podría sonreír, saltar y dejar que el júbilo me embargue a totalidad, porque, después de diez malditos años esperando, contando cada día, hora y minuto, al fin lo había visto retorcerse bajo mi puñal, suplicando una y otra vez  y otra vez que lo perdonase. No obstante, la persona fría y despiadada en la que me he convertido, es incapaz de hacerlo. Ya  no…

Ella sonríe y mi corazón se acelera y me siento al borde de perder el control y estallar. Podría fundirme en su cálida y hermosa sonrisa por siempre, perderme en sus ambarinos ojos y ver las estrellas cada vez que me apeteciese, sin la necesidad de mirar arriba; pero ella le sonríe a él, le mira llena de amor, y sé que en ese espacio yo no tengo cabida. Siempre lo he sabido pese a que me negaba a aceptarlo.

El besa su boca con lentitud e inmediatamente la luz despampanante del flash araña mi vista. Entonces ella me sonríe, a mí, a la figura que está sufriendo por dentro, y se ve tan feliz, tan rebosante de vida… Y, días después, todo es tan diferente. Una llamada, su voz asustadiza, temblorosa y suplicante, es lo primero que oigo aquella mañana. Los gemidos ahogados desde el otro lado del auricular me hacen sentir inútil, y deseo estar allí para protegerla, estrecharla contra mis brazos y…luego un estruendoso grito y la llamada rápidamente se corta. Salgo a toda prisa de la casa, corriendo por las escaleras y enfrentándome al frío devastador que me recibe afuera. Cada partícula de mi cuerpo tiembla, me siento mareado y con ganas de gritar, pero no tengo tiempo… Puede estar en peligro, yo puedo no ser el amor de su vida y, sin embargo, me sentiría perdido si algo le sucediese.

Me muevo con rapidez por la avenida, chocando con los cuerpos de los transeúntes que se hacen paso para llegar a su destino, o a ningún lugar en concreto, y cuando estoy frente al portón del edificio de Emilie, el terror es lo primero que me embarga, seguido por la sensación de urgencia y fatiga. Puedo sentirme bajo mi abrigada ropa, el sudor mezclado con el frío, deslizándose con lentitud por todo mi cuerpo. Es horrible. Cada pensamiento es sobre Emilie tirada, sangrando sobre la alfombra de su sala, respirando entrecortada y, finalmente, cerrando los ojos y dejándose llevar… cada pensamiento es sobre como Emilie muere, dejándome solo para hundirme luego en la bebida. Y es así como la encuentro, cuando subo a su apartamento y abro sin ningún problema la puerta, es así como ella se encuentra…

La casa parece dar vuelta a mí alrededor, el árbol de Navidad que se alza imponente en una esquina del salón, los muebles color vino, como su sangre, la televisión encendida, y el retrato roto de ella y Anthony besándose, aquel día. Todo parece girar en torno a mí, a mi cuerpo tirado en el piso, la cara enterrada en mis manos, y la suplica silenciosa de que esto sea solo un pesadilla, una como tantas otras.

Entierro mi mano ensangrentada en la nieve y esta vez ya nada parece dar vueltas, solo desvanecerse, junto con mi visión del cuerpo del hombre que hizo todo lo posible para hacerme infeliz, el hombre que me robó su amor, ese desgraciado hombre que supo, de igual manera, enviarla lejos… 

Besos y espero sus opiniones, 


5 comentarios :

  1. Esta bien. Algún día podría llegar a ser digna de un premio nobel si desaparecen Laura Gallego, Ruíz Zafón, Cervantes... entre otros, del mapa
    Mejor que mis historias sí

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  2. ¡Oh!
    Me ha encantado. En serio, te quedó genial. Sobre todo la primera parte. Es fabulosa. Me gustaría escribir como tú!!!!

    Un besazo enorme, talentosa!!!


    Cali

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  3. Hola, qué portada tan bonitaaaaaa

    en mi blog tengo un sorteo que acabo de poner por si te interesa el libro =)

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  4. wooooow¡
    jajaj la verdad es que estaba esperando uno de esos relatos que te dejan los ojos llorosos por lo lindo del chico, el romanticismo en las palabras y y toooodo...
    y me sales con esta super sorpresa!
    te voy a ser honesta... el relato no me ha gustado....
    ME FASCINO!
    fuiste capaz de hacerme sentir la rabia hacia el hombre que moría, la soledad, el vació, la tristeza, la inercia del hombre que se veía obligado a respirar aunque su corazón ya no deseaba latir!
    PERO QUE HIJO DE PERRA! vaya que lo mató. No soy fan de la venganza, pero cualquiera q hiriera a alguien así se lo merece..
    grandioso guapa! para mi te llevaste un premio!
    att
    withney
    wm-lca.blogspot.com

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  5. Ya estoy aquí xD
    Me encanta! Está muy bien ;) Es muy original. Imaginaba que tendría mucho que ver con la navidad, pero veo que no xD
    Besos!

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