4/5/12

On My Room (10)


Estoy súper enojada, avergonzada, triste... Lo sé y lo admito, he cambiado mucho. Mi buen comportamiento se fue por el retrete junto con mi felicidad o lo que haya sido eso que no me ponía tan depresiva como ahora. En parte quiero llorar y por otro lado solo sonrío, porque es el único modo que he encontrado de enfrentar mis problemas. Y, asímismo como sonrío o tengo ganas de echarme en lágrimas por un buen rato, también debo admitir que soy muy sin vergüenza.

Primero, la chica que el año pasado fue máxima excelencia de su curso, este año se ha vuelto una mierda, molestosa y morbosa persona. El día de ayer entregaron las medallas de mérito y yo fui avergonzada delante de muchísimos padres, madres y tutores cuando, la directora con su falta de confidencialidad, dijo:

"Los padres de los estudiantes de 3ro., ¿se encuentran? En todo caso, tengo aquí dos medallas que les voy a dar a dos chicas de 3ro. de media pero que, según sus maestros, no se las merecen debido a que este año su comportamiento ha sido motivo de quejas por parte de estos. Sin embargo, como ya las medallas están aquí, con sus nombres y todo, vamos a entregárselas...". Imagínense...

De una chica que el otro año era alguien aplicada, buena persona, agradable, respetuosa, educada, más o menos aguantable... En estos momentos solo se considera insoportable, tremenda y maquiavélica ─un demonio vestida de mujer o niña... o lo que sea.

En fin, que mi madrastra me dijo que me comportara, y ha tenido que ir varias veces al colegio por algunas quejas sobre mí (hice que el profesor de Inglés/Francés/Informática/Agropecuaria renunciara)... Creo que el día de hoy mi faceta de chica mala ha llegado a su fin: le pegué un chicle a la camisa de la profesora de Ciencias Sociales. Ella estaba votando humo por las ojeras, se los juro; tenia una cara engurruñada y molesta, y no me pego varias bofetadas porque el Código del Menor me protege. 

Como lo hice sin que se diera cuenta y cuando se enteró del chicle pegado a su espalda, ella estaba impartiendo las clases en nuestra aula, culparon a nuestro curso, como es de suponer. Los muchachos no sabían nada sobre lo que había echo, hasta que me empecé a reír y descaradamente dije que había sido yo. La profesora dijo que tomaría medidas contra el curso completo, sin importar quien hubiese sido el responsable, así que tuve que hacerme cargo de las consecuencias de mi estupidez. Pero como sea, la directora reunió todas las quejas que tenían contra el curso en general, nos habló y nos dijo que si nuestros padres no iban el lunes, no asistiríamos a clases por ningún motivo. Allí, la mayoría de mis compañeros, se la cogieron conmigo. No dejaron de tirarme y de decirme palabras obscenas hasta que salimos del colegio. Yo... yo solo me reía... xD.

De verdad, no tengo idea de qué haré conmigo. Incluso yo me encuentro insoportable. Les juro que cuando pegué ese chicle a la silla no tenía mala intención... no mucha por lo menos, sólo quería hacer una broma... Y miren como me salió el tiro por la culata...Veremos como me va el lunes... y a ver si dejo de meterme en problemas, que hasta yo ya estoy cansada... xD.

Cuídense, sean buenos niños ─o inténtenlo ─, educados, y nunca, nunca en sus vidas, cometan la idiotez desgarbada pero divertida, de pegarle un chicle a uno superior a ustedes, porque sé, a ciencia cierta, que es mejor prevenir... que lamentar.


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