Dear Me (4)

¡Hola, lectores! ¡Me queda solo un mes de clases! Claro, estoy llena de pruebas, trabajos, tareas... y después tendré que ponerme duro a estudiar, ¡pero por el momento disfrutaré la alegría momentánea!

Hoy traigo otra entrada de la iniciativa Dear Me, pueden ver la entrada original de Mary Kate AQUÍ.

Querida yo de 13 años:

Te conozco, sé que todavía te cuesta exteriorizar lo que sientes, decirle a los demás que los quieres, que a ratos estás tan ensimismada que te pierdes de lo que ocurre alrededor. Pero te voy a contar un secreto que hasta ahora te ha pasado desapercibido: tienes los mejores padres del mundo. O los más extraños, que viene a ser como lo mismo.

Papá será el responsable de uno de los días más felices de tu vida, cuando te regale tu primero estante -lo que para ti significará que considera a tu pequeña pila de libros una biblioteca digna de ser exhibida-. Mamá... bueno, mamá siempre será mamá. Infantil, divertida, será como una niña descubriendo el mundo -claro, a ratos te cuestionarás si tu personalidad más introvertida no será una medida de contrapeso a su exuberancia natural-.

Te juro que los amarás. Especialmente ahora, cuando descubras que tus deseos se desvían por carreras poco convencionales, cuando dudes de tus capacidades y tengas miedo de caer porque has llegado tan alto que sabes que la caída te llenará de moretones... Ellos siempre te apoyarán, su mejor consejo será buscar la felicidad, te enseñarán a privilegiar el aprendizaje a las calificaciones y te instarán a disfrutar, porque la juventud es ahora y ahora significa el tiempo en que debemos divertirnos. 

Claro, en más de una ocasión desafiarán lo convencional, serás tú quien trate de imponer seriedad, orden, presión. Si quieres sobrevivir a esta casa de locos tendrás que aprender a relajarte, a reír más y te sentirás orgullosa cada vez que tus amigos lleguen a casa y digan que tus padres son increíbles.

Queda poco, tal vez unos meses, para que empieces a ver esto.

Todavía el orden en el caos,

tú con 18 años.