Reseña de "Fangirl"

Título: "Fangirl".

Título original: "Fangirl".

Autora: Rainbow Rowell.

Páginas: 512.

Cath es una fan de Simon Snow. Bien, todo el mundo es fan de Simon Snow, pero para Cath, ser fan es su vida y es realmente buena en ello. Ella y su hermana gemela, Wren, se envolvieron en la serie de Simon Snow cuando solo eran unas niñas; es lo que las ayudó luego de que su madre se fuera.
Ahora que están de camino a la universidad, Wren le ha dicho a Cath que no quiere ser su compañera de habitación. Cath está sola, completamente fuera de su zona de confort. Tiene una hosca compañera de habitación con un novio encantador y que está siempre alrededor, una profesora de escritura que piensa que el fanfiction es el fin del mundo civilizado, un apuesto compañero de clase que solo quiere hablar de palabras... Y ella no puede dejar de preocuparse de su papá, quien es amoroso y frágil y jamás ha estado realmente solo.
Para Cath, la pregunta es: ¿Puede hacer esto? ¿Puede lograrlo sin Wren sosteniendo su mano? ¿Está lista para comenzar a vivir su propia mano? ¿Y realmente quiere superarlo si eso significa dejar a Simon Snow atrás?

Creo que llegó el momento de terminar esta reseña que lleva MESES en tiempo de espera.

Y es que mi lectura de Fangirl fue toda una experiencia nueva para mí. Primero, sé que en el proceso de lectura también influyen más factores que sólo la lectura misma, por lo que quiero señalar que cuando lo leí fue en un viaje en bus y barco de tres días para mudarme desde mi casa a la ciudad donde está mi universidad. Llevé el libro en mi bolso de mano y, al terminar de leerlo poco antes de llegar a destino, no sentía deseos de escribir una reseña.

Les cuento de qué va la cosa, por si queda alguien que todavía no se ha enterado. El libro nos habla de Cath, quien junto a su hermana gemela, Wren inicia la universidad, una aventura que parece quedarle grande a Cath. Junto a su personalidad algo tímida y su obsesión por Simon Snow, su gemela empezará a separarse de ella en busca de lograr su propio camino. Cath tendrá que hacer su propio camino por la Universidad al mismo tiempo que no deja su lado de fangirl de lado. Al mismo tiempo, conocerá a su nueva compañera de cuarto, Reagan, y a su muy cercano amigo Levi, por quien comenzará a desarrollar fuertes sentimientos.

De acuerdo, vamos por parte. Uno de los puntos a favor que puedo entregarle a la novela es que los personajes están bien construidos y resultan coherentes en el desarrollo de la trama sin por ello dejar de ser dinámicos. La historia tiene sentido.
Si bien Cath y Levi me agradaron, no fueron personajes por los que desarrollara sentimientos afectivos (como si lo hice por Reagan, y por Wren, por ejemplo). Creo que deseaba algo más de esta pareja, el despegue me agradó, especialmente porque crece con el tiempo, las cosas entre ellos se dan de forma natural y llegas a entender porqué se dan, pero aún así me quedé con el sabor a poco en la boca.

La pluma de Rainbow Rowell me agrada (estoy segura que la habría disfrutado más sin los constantes mareos que me dieron por leer muchas horas seguidas en el barco y sus posteriores dolores de cabeza). Me gusta cómo expresa las escenas y logra tirar una sonrisa de tu boca en la mitad de un diálogo. Si bien me faltó emoción y algo que hiciese a mi corazón saltar, no fue por falta de talento al momento de narrar.

Me han dicho que para apreciar realmente esta novela de Rowell, es necesario estar (o haber estado) en el lado profundo del fandom. El problema es que he estado ahí, he hecho casi todo lo expresado por la protagonista y aún así no me he sentido identificada con Cath en ningún nivel. Me llevé bien con ella en su mayoría, o bien me causó indiferencia, disfruté su fanfic más que su propia historia... pero no le entendí.

Nunca me ha incomodado que la gente se entere de mis gustos, los cuales he tenido la suerte de poder compartir con muchas personas, nunca me he sentido tan cómoda en el mundo ficticio como para sustituir al real (para mí se complementan). No creo entender a Cath como fangirl.
Y eso está bien, supongo.

Hasta aquí todo más o menos bien. Pero hay algo que me quemó como ácido la garganta. No me gustan los componentes moralistas dentro de las historias juveniles. Y, como el resto de la reseña, es algo que tiene que ver conmigo, con mi desarrollo como lectora. La hermana buena y la hermana mala. Con gustos que son presentados como diametralmente opuestos e inconciliables. Dios no quiera que esa niña se dedique algunos días a leer y quedarse en su habitación, y los otros a salir de fiesta con sus amigos. Porque, hey, no es malo que se quede en el computador cuando podría estar por ahí, haciendo cosas peores. Como si alguna de estas actividades tuviese que llevar la estigma social.

Mientras leía esas líneas me daba la impresión de una justificación que no debería hacerse. ¿Acaso tengo que basar mis gustos en que son menos problemáticos que otros? Alcohol malo, escritura de fanfics bueno. No, dentro de una lectura juvenil espero aspectos más liberadores, argumentos mejor llevados y aunque sea un atisbo de cuestionamiento (momento que no sentí que llegara, incluso en los últimos capítulos).

No puedo decir que no disfrutara el libro, porque lo hice, me gustó. Incluso con los aspectos negativos que he expuesto, incluso aunque sé que probablemente no lo vuelva a releer porque no me marcó de ninguna manera positiva. Disfruté su lectura, pero no la recomendaría... Por eso, aunque he debatido darle tres estrellas...

 2/5

No voy a decir que mi relación con Rowell esté terminada. La seguiré leyendo y es más que probable que me gusten sus otras novelas... Sólo que ésta no terminó de cuadrarme. 

Besos.