Reseña de "La batalla del laberinto"

Título: "La batalla del laberinto".

Título original: "The Battle of the Labyrinth".

Autor: Rick Riordan.

Saga: 4° - Percy Jackson y los dioses del Olimpo.

Páginas: 320.

A punto de comenzar primero de secundaria, Percy Jackson no espera emociones fuertes, sino más bien un aburrimiento soporífero. Pero cuando en la nueva escuela se presenta una vieja amiga, seguida de un par de animadoras diabólicas, los acontecimientos se precipitan y todo empieza a ir de mal en peor. Cronos, el malvado señor de los titanes, amenaza con destruir el Campamento Mestizo, donde se refugian los jóvenes semidioses. Para evitarlo, Percy y sus amigos deben emprender una arriesgada búsqueda a través del laberinto, un mundo subterráneo plagado de trampas peligrosas, monstruos furiosos y criaturas perversas, concebido para acabar con quienes se atrevan a profanarlo.

Esta reseña puede contener spoilers de las entregas anteriores.

El libro comienza con Percy yendo a una visita de orientación en un nuevo colegio. ¿El problema? Es el colegio donde trabaja Paul, el nuevo novio de la madre de Percy... y bueno, sabemos que los monstruos tienen cero respeto por la educación de Percy, así que obviamente todo va mal: entre destrucción y correr por su vida, llega al Campamento Mestizo donde, entre varias cosas, descubren parte del plan de Luke: utilizar el Laberinto de Creta para invadir sin previo aviso el Campamento. 

Intentando ganar tiempo, Annabeth guiará la travesía acompañada de Percy, Grover y Tyson.

Este libro me ha encantado. A pesar de tener un número limitado de personajes (reduciéndose a ellos y algunas apariciones esporádicas) y también pocos ambientes (el interior del laberinto, donde ocurre la mayoría de la trama, no ofrece tanta variedad porque... al fin y al cabo es un laberinto); pero logra que la historia fluya porque ya existe un marco determinado en el que nos movemos. 

Primero, nos adentramos en mis pasajes favoritos de la historia griega, ¡Dédalo! Me apasionaba todo lo que tuviera que ver con sus inventos e historias: la imagen perfecta de lo que se corrompe, de lo que da miedo y curiosidad. Desde Talos, el laberinto, Pérdix... Siendo sincera no esperaba que lo abordara tan de lleno, pero me encantó cómo quedó enmarcado, creo que Riordan abordó todo lo importante para enseñar de Dédalo, todo el debate que se puede engendrar desde su figura es iniciado en la lectura de este texto. 

La manera en que intercala qué ocurre actualmente con el problema de los campistas y lo que ocurrió con Dédalo hace tanto tiempo ya es bastante fluida. 

Se muestra en su plenitud la faceta madura y sorprendente de la pluma de Rick, no deja de ser un libro con tendencia más infantil tomando en cuenta los protagonistas y el humor que quita tensión y ayuda a avanzar a través de los pasajes más profundos. 

Algo que me sorprende es que los personajes puedan seguir conservando su edad, se transforman, maduran y cambian por las aventuras, pero siguen siendo lo bastante inocentes para que los lectores más jóvenes sientan una empatía instantánea con ellos.

Lo que más me gustó de este libro es que no es sólo un puente entre el libro anterior y el desenlace. No es sólo una historia de recopilaciones ni de respuestas sin sentido (como cuando se acaba el tiempo y los personajes todavía no han descubierto toda la verdad, así que la averiguan de una manera fácil y muy anti-clímax). No, ocurren cosas, se desarrolla todo lo necesario, se debaten nuevos héroes o anti-héroes (he amado a Nico di Angelo).

El final me gustó, porque ya estaba un poco acostumbrada a los cliffhanger de Riordan y, pues, el final fue hecho para una expectación más pausada, avecinando el desenlace definitivo y al cual los protagonistas ya deben estar preparados... Se supone.

  4/5

Ahora creo que me voy a dormir, mañana tengo que levantarme temprano y... me quedan cuatro horas de sueño. Sé que me arrepentiré de esto en el futuro.