Título original: "バケモノの子 (Bakemono no Ko)".
Dirección: Mamoru Hosoda.
Duración: 119 minutos.
País: Japón.
Kyuta es un niño solitario que vive en Tokio, y Kumatetsu es una criatura sobrenatural aislada en un mundo fantástico. Un día, el niño cruza la frontera al otro mundo y entabla amistad con Kumatetsu, que se convierte en su amigo y guía espiritual. Este encuentro les llevará a vivir multitud de aventuras.
Como debería estar leyendo para mi próxima presentación en la universidad, esta reseña será corta y sólo porque no quería dejar pasar la semana para hablarles de lo último que fui a ver al cine.
Supe de esta película cuando salió el 2015, así que cuando lo vi en los anuncios de estrenos para este año en el cine, simplemente me emocioné.
Y es que con lo prometedora que se ve la carrera de Mamoru Hosoda no podía aguantar las ganas de verla.
Dentro de un año donde las salas de cine más comerciales (y por ende, con un público de mayor envergadura) han traído una cantidad abismal de películas gringas, llegando a un nivel de calidad deplorable, cualquier cinta de otra nacionalidad extranjera que sea exhibida es una oportunidad que no quiero desperdiciar.
Y vaya acierto que fue. Asia en general y Japón en particular tienen una calidad de películas animadas envidiable. Me gustó la elección de la paleta de colores entre ambos mundos y entre cada persona, y su combinación con otros detalles en el dibujo, la imitación a efectos de lente y cámara, los ritmos en la secuencia de imagen. Me gustaron todos los detalles estéticos que le dieron ritmo a la trama.
Amé la historia. En general, se trata de un conflicto y personajes genéricos, fácilmente asimilables dentro del repertorio japonés de las últimas décadas, pero creo que siendo una película de corte más infantil y teniendo en consideración los malos clichés de Estados Unidos, destaca porque usa este elemento a su favor, se siente como un gran guiño a toda la filmografía japonesa que orbita más allá del (asombroso) Studio Ghibli, que narra desde la perspectiva de una leyenda épica con una voz diferente.
Es sencilla y tierna, en muchas ocasiones logra presionar el corazón con un hilo inocente o cierta línea que vuelve a llamar nuestro lado más suave, más humano, que pocas veces queda tan patente incluso en las películas animadas. Ocurren cosas, si bien existen escenas más lentas o con menos contenido que otras, no hay espacios en blanco, la historia queda completamente estructurada y disfrutas cada minuto frente a la pantalla.
El doblaje me gustó. teniendo en cuenta que la cadencia de voz es diferente y más pausada que en la común occidental; se cuidaron los detalles y no interrumpe una estética que sigue una línea más oriental, ayuda a este desarrollo mágico y apacible.
En definitiva, una película de la que no me arrepiento, que te deja con ganas de repetir la experiencia, te transporta a un mundo mágico, te hace sentir a los personas y al final del día, incluso lo cotidiano se ve un poco más impactante.
Excelente película! También quiero repetirme el plato
ResponderEliminarSalí enamorada de toda su trama y con un pequeño nudo en la boca del estómago <3
EliminarYa no está en el cine u_u
ResponderEliminarSí, duró bastante poco en la cartelera de algunos países =( Especialmente en el cine más masivo
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