Título: "Bajo la misma estrella".
Título original: "The fault in our stars".
Autor: John Green.
Editorial: Nube de Tinta.
Páginas: 302.
Hazel acaba de cumplir 16 años. Y tiene cáncer. A pesar de que un tratamiento ha conseguido reducir su tumor de forma casi milagrosa, es una enferma terminal. Los médicos no pueden decirle cuánto tiempo le queda; solo sabe que debe vivir pegada a un tanque de oxígeno y sometida a continuos tratamientos. Desde hace unas semanas, Hazel forma parte de un grupo de apoyo donde otros chicos como ella comparten sus experiencias. En realidad, ella acude más por obligación que por voluntad; ¿qué sentido tiene hablar con otras personas de lo que nadie puede cambiar? Pero su vida da un verdadero vuelco cuando conoce a Gus Waters... Os preguntaréis: ¿quién es Gus? ¿Y cómo puede cambiar una sola persona la historia de otra?
Creo que me había resistido a leer este libro porque todos los que me lo recomendaban me daban la misma advertencia: "vas a terminar llorando". Pero la curiosidad es más fuerte y terminé leyéndolo. Y sí, lloré, pero tengo que decir que no sólo es de los mejores libros que he leído últimamente, sino que uno de los mejores de mi vida.
La historia comienza con Hazel Grace en el grupo de apoyo, donde conoce a Isaac, un chico que por su cáncer deberá quedar ciego, y posteriormente a su amigo, Augustus, un chico al que el osteosarcoma le ha dejado una sola pierna.
Pronto, Hazel y Gus se sentirán atraídos, un amor que corre contra el tiempo, como el de las personas que sienten de cerca a la muerte. En su corrida para ganar la vida, llegarán a Amsterdam para encontrarse con un escritor que ambos adoran para que les cuente el final inacabado de su única novela.
Aunque claro, la vida está llena de sorpresas, y no todas ellas agradables...
El tema de leer este tipo de libros es que uno se hace una imagen predeterminada. La palabra "cáncer" se alza sobre nosotros provocando miedo, pavor.
Ahora bien, el libro me impresionó. Los dos personajes principales me han parecido cautivadores, y los secundarios muy bien trabajados, maduros, y lo que más cuenta, reales. No abusa del tema del cáncer, sino que nos presenta la idea como un estado, inclusive con un poco de humor y bromas.
—Estoy en una montaña rusa que no hace más que subir, amigo mío.
Es una escritura llena de metáforas, críticas y preguntas. Nos hace cuestionarnos, trasladarnos a los ojos de los personajes y entender que, en algún punto, la gente que vive con la inminencia de la muerte puede comprender la vida a un nivel que nosotros no hemos alcanzado.
Me puse a pensar, casi de manera rebuscada, que más que nada, esta es la historia de Gus Waters. Es su modo de ver el mundo, es su optimismo que se contagia a Hazel, sus ideas incorrectas, lo que de alguna forma trata de transmitir el autor.
Me explico. Creo que, aunque el libro está narrado en primera persona por Hazel, es la historia de Gus, de cómo transcurrió su vida a partir de que se enamoró, pero de algún modo él es el clímax, el que encierra las interrogantes.
—Brillaba como un árbol, Hazel Grace. Alrededor del pecho, la cadera izquierda, el hígado... por todas partes.
Un libro distinto a todo lo que hemos leído de la literatura actual, lleno de enseñanzas, de aquellos que te sacuden hasta tomar tu corazón de la forma más cautivadora que existe.
5/5
-El mundo no es una fábrica de conceder deseos
Un libro conmovedor que te hará soltar lágrimas, humano, que te enseña a ver cada segundo como algo especial, a cambiar la rutina aún después de haber visto al mundo real a los ojos. Lo considero un libro imprescindible para cualquier lector.