Mostrando entradas con la etiqueta Benjamin Alire Sáenz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Benjamin Alire Sáenz. Mostrar todas las entradas

8/10/15

Reseña de "Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo"


Título: "Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo".
Título original: "Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe".
Autor: Benjamin Alire Sáenz. 
Páginas: 328.

El problema de mi vida era que se le había ocurrido a alguien más. Aristóteles es introvertido y tímido. Dante es transparente y expresivo. Por motivos que parecen escapar a toda razón, estos dos chicos de diecisiete años se encuentran y construyen una amistad entrañable que les permitirá redifinir el mundo del otro y aprender a creer en ellos mismos para descubrir los secretos del universo.
Para todos aquellos que han tenido que aprender a jugar con otras reglas.

A estas alturas de la vida, ¿hay alguien que no haya escuchado hablar de este libro? ¿O que como yo lo escuchase en todas partes pero no supiese nada de él?
Lo que yo sabía de esta historia era que trataba sobre dos jóvenes de peculiares nombres y  de lo ocurrido entre ellos (que yo esperaba los llevara a descubrir los secretos del universo), y por alguna razón, la necesidad de leerlo se metió en mi cabeza como un gusanito.

Aristotle by CathotelSobre el libro había leído infinidad de reseñas positivas y una sola negativa... y claro, eso aviva más la curiosidad, por lo que no perdí oportunidad cuando pude comprármelo.
Sobre lo que trata, nos habla de una historia de amor y amistad que podemos entender desde el principio, y que ya sabemos cómo terminará. O como queremos que termine.

Empezando ya con la reseña, hay algo que me gustaría aclarar. Me cansan los libros de autores estadounidenses que me lo muestran todo con la escenografía de Hollywood, que te repiten el cuadro plástico que parece calzar por predeterminado. Pero ocurrió diferente con este libro, junto a Aristóteles (y un poco Dante) me transporté a un lugar que podía sentir real, que existe y dentro de esa existencia puede albergar habitantes que se sientan de verdad humanos. Como con pocos libros, sentí que podía entender dónde estaban y tocar bajo mis pies el desierto.
Así, este libro maneja una narrativa y estilo de escritura del que yo disfruto mucho y cuyas breves descripciones del entorno en conjunto con una gran carga emocional logra darme una visualización total de la escena física.

Sobre los personajes, tenemos claramente a Aristóteles, un chico introvertido y algo hosco, y a Dante, mucho más sincero y brillante. Son distintos, pero en ellos existe una química indudable que logra que no te cuestiones porqué terminaron como amigos, o cuántas casualidades debieron de suceder para que se conocieran como lo hicieron. Son un contraste interesante en el cual los límites se hacen difusos de vez en cuando.
Aristotle and Dante by rocket-chipMe parecen personajes creíbles, al igual que todos los personajes secundarios (bastante secundarios a decir verdad) considero que están bien logrados, que te entregan esas emociones algo adormecidas a lo largo de las páginas que sientes como cuando acabas de despertar, primero adormecido para ir ganando consciencia y terminar viéndolo todo claro. Personajes humanos que te ayudaron a ver todo el proceso de enamorarse a través de sus ojos.
Lo que más me ha gustado del libro es que no me ha encantado algún personaje en particular o más que otro, sino que me gustan en su conjunto, lograron hacerme sentir a medida que se relacionaban, que se enlazaban, se rompían el corazón y se disculpaban mutuamente.
Te atrapan sus historias en la medida que éstas se tocan entre sí. Te atrapan los personajes por su interacción y quiénes logran ser en su conjunto.
Con Los Pajaritos by peppernote
Aristóteles y Dante narra una historia de amor a través de palabras. Si bien las acciones que ocurren, la trama llena de suaves curvas que sigue el libro, resultan bastante atractivas y las disfruté, el verdadero trasfondo detrás de los simbolismos que intenta, son los diálogos cortos pero precisos, de esos que enamoran: Entiendes los sentimientos de los protagonistas en la medida que notas en sus palabras las ligeras sutilezas que sólo se pueden transmitir por palabras.

Este libro ha logrado hacerse su camino a mi corazón con una historia simple y concisa, con una trama carente de giros bruscos y que logra transmitir una ternura infinita que logra dejar un sabor agridulce y una sonrisa tímida al terminar la última línea.

Recomendado para todo aquel que quiera leer de un primer amor pueril que es a la vez sencillo y complicado, una tarde cualquiera donde un poco de té o una taza de chocolate caliente. O café. O mate. Pero ya sabes, de aquellas tardes en las que sientes un poquito de nostalgia y una alegría chispeante a la altura del pecho.


  5/5

¿Qué me dicen quienes ya la han leído? ¿Y los que quieren hacerlo en el futuro?



24/8/15

Frases Inolvidables (14)



¡Hola, lectores! Espero que estén bien. Yo, por mi parte, disfruté de unas merecidas vacaciones y ahora me toca volver a aterrizar en la universidad, lo cual tampoco es malo.

¿Alguna vez han sentido mientras lees que las palabras llegan en el momento justo que necesitabas leerlas? Eso es justamente lo que me ha pasado con Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo, primera novela que leo del escritor Benjamin Alire Sáez y que reseñaré en breve.

Aquí les dejo con las frases que lograron tocar un punto especial en las fibras de mi corazón y me erizaron el vello de los brazos cuando las leí por primera vez:


Una noche de verano me quedé dormido con la esperanza de que el mundo sería otro cuando despertara.
Aristóteles, página 15.


Dante se volvió un misterio más en un universo lleno de misterios.
Aristóteles, página 27.


Mientras Dante me miraba buscar en el cielo por el lente del telescopio, murmuró:
Algún día descubriré todos los secretos del universo.
Eso me hizo sonreír.
¿Qué vas a hacer con todos esos secretos, Dante?
Yo sabré qué hacer con ellos dijo. Quizá cambiar el mundo.
Le creí.
Aristóteles y Dante, página 48. 


—Tenemos que saber la distancia exacta —dijo.
—¿Por qué?
—Porque cuando haces algo, tienes que saber exactamente lo que estás haciendo.
—Nadie sabe exactamente lo que está haciendo —dije.

Aristóteles y Dante, página 52.


¿Y por qué existen pájaros, para el caso?
Me miró.
¿No lo sabes?
Supongo que no lo sé.
Los pájaros existen para enseñarnos cosas sobre el cielo. 
Aristóteles y Dante, página 58.


Creo que si Dante de verdad me conociera, no le agradaría.
Aristóteles, página 96.


Mi mamá y mi papá estaban tomados de la mano. Me pregunté cómo era eso, tomarse de la mano de alguien. Apuesto a que a veces podías encontrar todos los misterios del universo en la mano de alguien.
Aristóteles, página 133.


Si quiero escribirte, entonces te escribiré. Y si tú no quieres escribir, no lo tienes que hacer. Tienes que ser lo que eres. Y yo tengo que ser lo que soy.  
Dante, página 173.


No creo que fuera su intención que me pesara. Pero el amor siempre fue algo pesado para mí. Algo que tenía que cargar.
Aristóteles, página 224.


Otro secreto del universo: a veces el dolor era como una tormenta que venía de la nada. La mañana más despejada de verano podía terminar en un aguacero. Podía terminar con rayos y truenos. 
Aristóteles, página 239.


No sabía que iba a hacer las cosas que hice. No es que tuviera un plan. No es que estuviera pensando de verdad. A veces haces cosas y las haces no porque estés pensando, sino porque estás sintiendo. Porque estás sintiendo demasiado. Y no siempre puedes controlar las cosas que haces cuando sientes demasiado. Quizá la diferencia entre ser un chico y ser un hombre es que los chicos no podían controlar las cosas horribles que a veces sentían. Y los hombres, sí. Esa tarde sólo fui un chico. Ni me acerqué a ser un hombre. 
Aristóteles, página 283.


No juegues conmigo, Ari.
No lo estoy haciendo.
Lo tomé de los hombros. Lo miré. Y él me miró.
Dijiste que yo no le tenía miedo a nada. No es cierto. . A eso le tengo miedo. Te tengo miedo a ti, Dante.
Aristóteles y Dante, página 327.


Existen historias de amor que se entienden sólo con las palabras que se pronuncian, ¿no?